CONSUMO CULTURAL EN MÉXICO

 

Producción Cultural

La producción de la cultura es un amplio territorio y se divide en dos subcampos; la producción cultural restringida y el de la producción a gran escala, cuyo principio es la posesión de capital simbólico, mientras que la producción restringida es la que se identifica con las bellas artes, y se le conoce por “alta cultura” o cultura de élite, ya que esta cuenta con una amplia infraestructura importante (teatros, galerías de arte, conservatorios, entre otros).  En el subcampo de la cultura de masas se encuentran los medios de comunicación masivos y las industrias culturales.

La producción cultural y la postura de los consumidores dentro del espacio social, implica ciertos productos y también existe un público que se encuentra no solo en la producción cultural sino dentro de la sociedad. También existen ciertos principios y se diferencian con la posición que tienen dentro del campo específico y dentro de la misma sociedad.

 

Circulación Cultural

           

Consumo Cultural

El consumo de la cultura en México ha sido estimulado por disciplinas y diversos ámbitos, así como una amplia variedad de demandas, que abarcan desde la democratización de las políticas culturales hasta la mercantilización de las industrias culturales. En cuanto a las investigaciones que se han realizado de acuerdo al consumo cultural en México, se originan de tres ámbitos: espacios académicos, instituciones gubernamentales de cultura e industrias culturales.

Las primeras investigaciones que se realizaron en relación con el consumo cultural que tenían los museos en los años setenta y ochenta no tuvieron una continuación ni se transmitió a otras áreas culturales. Sin embargo, la sociedad se ha ido transformando y les era difícil reflexionar sobre las demandas sociales y políticas que luchar por una democratización mayor y que fuera notoria.

Pero aun en estos días no se cuenta con un área especializada en el estudio del consumo cultural del país, lo que significa que existen muy pocos especialistas dentro de los centros de investigación que se especializan en el estudio de las diversas artes y cultura. Tampoco se cuenta con una buena difusión cultural, lo que ha limitado la formación de los públicos y se han dedicado a multiplicar la oferta y publicidad cultural, pero en este caso vinculadas con las artes. Debido a la inefectividad, los niños y jóvenes se forman como públicos a través de la televisión y los comerciales.

Figura 1




Referencias

Comunicado de prensa 562 de 2020 [INEGI]. Cuenta satélite de la cultura de México. 20 de noviembre de 2020.

García Canclini, N., “El consumo cultural y su estudio en México: una propuesta teórica”, en El consumo cultural en México, Conaculta, México, 1993, pp. 15-42.

Ortega. L, C. (2009). Consumo de bienes culturales: concepto. Scielo. Culturales. Vol.5. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-11912009000200002

Rosas Mantecón, A., “Los estudios sobre consumo cultural en México”, en Mato, D. (Coord.), Estudios y otras prácticas intelectuales latinoamericanas en cultura y poder, CLACSO/Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela, Caracas, 2002. pp. 255-263.



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